sábado, 9 de febrero de 2013

UNA ESPIGA DE LUZ



Yo me sucedo en mí cada mañana
con la misma verdad en las paredes
y recostada vertical la noche
sueño estrellas de nieve en el camino

y una cita en los ojos prematuros
y una boca de sueños hambreando
la voz del corazón en duermevela
y una espiga de luz intermitente

y azul el fuego beso desprendido
hasta el pulso quebrado de la tierra.
Y enseñando a volar a las palomas

heridas del amor, entre la lluvia,
vuelvo a la calle como el que volviera
fiebre en la huella, limpia la mirada.

José Antonio Valle Alonso
Del Poemario “El color de la fiebre”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario